Gastronomía

La gastronomía es una de las señas de identidad de Los Monegros. La extrema climatología, la rica historia de este territorio y la huella de las culturas que aquí se han establecido han ido dejando su poso en una gastronomía que tiene personalidad propia y se mantiene viva en los fogones particulares y en los restaurantes que encontramos en sus municipios.

 

En este fragmento del artículo “Etnografía, usos y costumbres de Sariñena y la Comarca de Los Monegros, recuerdos del pasado y deseos de futuro”, el insigne investigador y escritor monegrino, Antonio Beltrán resume algunos rasgos y contenidos de la gastronomía monegrina:

(...) los antecedentes moriscos con “espináis” en empanadones o los “farinosos” o el “regaño” de los panes. Pero también la caza con la irritante consideración de “furtivos” para quienes buscaban un remedio a sus penurias con perdices, codornices, tordos y conejos, el fardacho o lagarto, el “conejo enterrado” como encontramos en guiso análogo en el norte de Chipre (cubrir con hojas y tierra y con brasas para un asado lento y sin humo), los dulces de harina y azúcar, las tortas, las almendras, las gaseosas de la botica con papeles de “agua del pozo”. El cordero monegrino “sin tufo”, las migas, sopas, pan, las ranas de las balsas y el conejo que ha de ser de monte y no de corral, el cocido, las fritadas, y como remedio para todas las meriendas las costillas de cordero como quiera que sean. (...)

En Los Monegros encontramos platos de profundas raíces y recetas ancestrales que se han mantenido hasta nuestros días y que distinguen la gastronomía monegrina: repostería con los afamados farinosos, empanadones, tortetas de cucharada o de fiesta, las mallorcas o los amortajaos; productos de la matacía como las bolas, la longaniza o los chorizos y morcillas dulces y saladas, aceites, vinos… junto a alimentos que fueron de subsistencia y que ahora se reinventan y se traducen en delicias para nuestros sentidos.

Sin duda, la profesionalidad de la restauración y la hostelería monegrina, la calidad de los productos de esta tierra y el buen hacer de los productores agroalimentarios y la tradición culinaria que se conserva en cada rincón de esta comarca son un aliciente añadido para visitar Los Monegros.